19 de diciembre de 2017

[Reseña] Resistencia Fest 8

Por: Arki
Fotos: Luis Mendez / Joha Farela / Iva+Arki

Flyers Resistencia Fest 1 (2010) y Resistencia Fest 8 (2017)


Comenzó una tarde de toke cuando 2 Punks llegaron a Proponer a un grupo de bandas, un Festival de música en Chalatenango.
Después de muchos mensajes, horas de logística y muchas llamadas, estos Punks nos regalaron algo más que un toke. Nos regalaron un festival de música donde cupiéramos todos. Un festival donde nos sintiéramos como en casa. Un festival que despertara conciencias, un festival donde todos los asistentes se sintieran como hermanos compartiendo un plato de comida con un buen trago de Chaparro.

Después de 8 años, el Resistencia Fest se ha consagrado como uno de los mejores eventos de rock de este maldito país. Una vez al año se dan cita en Chalatenango un montón de locos a revolver la callada paz de Chalatenango.
Ahora hay más personas dedicadas a mejorarlo. A darle más matices.
Ya no solo es de punk. Ahora reúne Hardcore, Metal, Thrash, ska, Reggae, Poesía, Trova, etc, etc, etc.
Los amigos llegan de Todas Partes. Nicaragua, Guatemala, Santa Ana, Sonsonate, San Vicente, San Sivar. Todos reunidos frente a una fogata, alejados de la contaminación de las ciudades enfermas con sus ríos muertos.
Este año hubo muchas mejoras en la organización, Calidad de Sonido, Luces e Instrumentos.  Además de que salió un Bus alegre desde Sivar.

Bus alegre

Comenzaron los amigos de Paraíso de Mentiras. Una banda de Chalatenango que recién empieza pero va con Buen Pie. Entre covers y propias hicieron un buen bullón que hizo entrar a la gente, indicando que la fiesta había comenzado.




Siguió Slave of Hate. Contundente banda de metal que sacudio los cimientos del Bar Stratos. Estos chamakos sabían a lo que iban. Acorde tras acorde implacable. Buen bullón. Se armó un buen Pit.



Genetic Disorder no se quedó atrás. Con su canción False revolution hizo sangrar los oídos de más de algún Politiquero corrupto de los que abundan en este país.
Buena ejecución de las rolas.




El momento de la poesía llegó de la mano de Los compas de Nicaragua. El compa Lesther con los versos y los compas Gerson, Ulises y Tans. Buena onda, muchos tragos, compartiendo esperanzas y desilusiones con su poesía directa de nuestro diario vivir.




Luego otra banda que era primera vez que los Veía. Hablo de la banda Zementerio. Desde Aguilares. Buenísimos solos y una interpretación excelente. Se ve que estos chamakos ensayan duro y están poniendo todo su empeño en elevar el nivel musical. Felicitaciones!



La Penúltima banda fue Posesión y Tenencia. Directo desde la Tutu. Al sonido inconfundible del Ska y con ya con varias birrias adentro, todos enloquecimos haciendo un Mosh Pit Brutal. "Deja de alucinar y subite al skate. En fakie, en normal, en no-ollie o de switch. No importa lo que sea, lo que importa es el vacil... Patina o muereee!". Buenísimas rolas.

 



Para concluir, Aztillaz. No importa que no tokemos todo el año. Este es el ke importa! Nada de que quejarnos. La hermandad de las bandas de prestarnos sus instrumentos, las cervezas bien heladas, el bajón para las bandas, las boquitas de chicharrones y pepitorias. No nos quedaba más que arrancarnos las uñas con las cuerdas y hacer sangrar la garganta con nuestras rolas.






Agradecer a todos nuevamente los que hicieron posible el toke. Suelmi el Chaman del Chaparro, Leo y Atentado Ruidoso, el bar estratos, La señora que nos regaló sopa, la gente de chalate que nos aguanta la bulla, al panza que nos dio chaparro curado, todos los que se dieron el trip hasta allá y que compartimos juntos una noche de intenso frío con más chaparro, una tienda de campaña o una frazada de estrellas






Y así me despido de esta reseña. Ya esperando con impaciencia que sea diciembre de 2018 para ir a sudar la goma con mis cuates a un Rio de Chalate, que ya es otro dulce hogar.